En un artículo de Bloomberg Technology explican el caso de la empresa emergente Spacious, que cuenta con una red de cinco de estos híbridos restaurante-oficina. Esta startup ha encontrado un nicho entre las personas que buscan un lugar para trabajar que les resulte más barato que un espacio de coworking, pero más tranquilo y más fiable que una cafetería. No es el único negocio que ha hecho este giro.
En Bloomberg aseguran que "el modelo de convertir comedores o bares en oficinas compartidas es atractivo para los propietarios de restaurantes, ya que ofrece una nueva fuente de ingresos durante la jornada de trabajo, cuando sus espacios generalmente se dejan en estado latente".
Ofrecen Wi-Fi, impresoras, equipos de oficina rápidos y café. No tienen todas las prestaciones de un espacio de coworking, pero salen a mitad de precio. El artículo recoge la opinión de Daniel Rubin, que afirma que no es fácil encontrar un restaurante o bar que pueda ser "presentable" para los profesionales que trabajan cada mañana.