La entidad gerundense dinamiza una gran diversidad de propuestas en torno a las disciplinas STEAM con la voluntad de promover e impulsar las vocaciones tecnológicas entre niñas y chicas.

«Nuestra voluntad es poner un granito de arena más para romper barreras, acabar con los estereotipos de género y otras discriminaciones en las disciplinas STEAM, Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arquitectura/Arte y Matemáticas. La asociación 'ENGINY-era' nació a raíz de las dificultades que tuve durante mi época universitaria y que me acompañaron a lo largo de mi trayectoria profesional por estar en un lugar considerado de hombres y ser una mujer. Unos años después, tuve dos niños y una niña y me planteé si podía hacer algo para que ellos y ella lo tuvieran más fácil, eligieran lo que quisieran elegir», afirma Sílvia Planella, fundadora y directora de la asociación 'ENGINY-era' . De la mano del equipo educativo del Institut Tordària, en la localidad de Tordera, la entidad gerundense ha dinamizado recientemente una gincana matemática. La propuesta contó con la participación del alumnado de primero, segundo y cuarto de ESO del centro educativo. «Hace años que con motivo del Día de las Matemáticas, nos gusta organizar alguna actividad especial. Este año, buscamos opciones en Internet y encontramos la asociación 'ENGINY-era', y, enseguida, nos encantó. El objetivo era que el alumnado pudiera ver las matemáticas desde una mirada más atractiva, más entretenida», comenta Marta Gascons, jefa de estudios y profesora de matemáticas del Institut Tordària .

La asociación 'ENGINY-era' organiza actividades gamificadas a lo largo de toda la etapa educativa: talleres, ferias, espectáculos, gincanas, programas, cuentacuentos y un largo etcétera. «Nos vamos reinventando para realizar todo tipo de actividades en torno al aprendizaje de las disciplinas STEAM de una manera divertida, aplicada e interdisciplinaria», explica Planella. “Las mujeres referentes son esenciales. Si las niñas y las chicas no conocen a una mujer ingeniera, una mujer bióloga, difícilmente se plantearán serlo. Es necesario que vean que nosotros somos felices haciendo nuestro trabajo. No debemos ir a buscar a Marie Curie, las grandes estrellas de la tecnología. Simplemente, debemos animarlas a que estudien lo que quieran, que no se pongan límites», concluye Planella.