El Círculo Tecnológico de Cataluña, con la colaboración de la entidad Digital Fems y del Departamento de Empresa y Trabajo de la Generalidad de Cataluña, ha impulsado la primera edición del 'Barómetro de la DonaTIC en Cataluña'. El informe ha recogido informaciones aportadas por 500 compañías. Sin embargo, sólo 177 empresas han compartido datos completos y segregados por género. En este sentido, la investigación pone de manifiesto la falta de seguimiento sobre la inclusión de la mujer y las dificultades de análisis de su presencia en los diversos roles de la jerarquía, en la adquisición y en la promoción del talento y aplicación de políticas inclusivas en el sector tecnológico y digital catalán.
En este sentido, la primera edición del 'Barómetro de la DonaTIC en Cataluña' muestra cómo el talento femenino representa el 37% de la contratación de profesionales tecnológicos y el 35% de las promociones internas. En cuanto a la presencia de perfiles técnicos femeninos en las empresas tecnológicas, ésta se concentra mayoritariamente en las posiciones relacionadas con la gestión de proyectos IT (32%), seguido del desarrollo y mantenimiento de software (25%) y del desarrollo de infraestructuras (19%). Desgraciadamente, la media de mujeres trabajadoras en posiciones técnicas se sitúa en el 25%. En esta línea, el Instituto Catalán de las Mujeres alerta de que en 2021 sólo el 7,4% de los títulos universitarios obtenidos por mujeres fueron en ingeniería o en arquitectura.
Ante esta realidad, y con la voluntad de reducir la brecha de género en el ecosistema TIC, el 'Barómetro de la DonaTIC en Cataluña' recomienda incrementar la calidad de los sistemas de recolección y procesamiento de datos para conseguir información válida que fomente una gestión paritaria del entorno laboral y corporativo. También, aconseja establecer mecanismos y dotar de recursos a los perfiles que desarrollan las revisiones y evaluaciones sobre el rendimiento y las competencias de las personas trabajadoras para evitar sesgos que generen frenos en la carrera profesional de las mujeres. En definitiva, la adopción de una cultura corporativa inclusiva y transparente tiene el potencial de convertir a las empresas TIC en espacios abiertos a la innovación. La suma de diferentes perspectivas enriquecen los servicios y los productos tecnológicos y generan un impacto sociolaboral positivo.